Carta de Rodrigo Lanza.
Kompañerxs, Amigxs, Familia:
Os escribo desde un lugar que jamás debió existir o ser creado, desde un limbo artificial sustentado por hombres que se llenan la boca de palabras como rehabilitación, justicia y democracia... aquí estas palabras pierden todo sentido y casi nunca son mencionadas, aquí esas falsedades no se nombran y son sustituidas por lo que vemos, por lo que nos rodea y solo observamos el castigo, la humillación y la sumisión amenazándonos con sus muros de hormigón y barrotes de acero que intentan justificar un sistema que castiga al más “debil” en nombre de una paz impuesta y una falsa convivencia, un sistema que pretende esconder sus propios errores encerrando a los hombres y mujeres que son víctimas de estos, hombres y mujeres que son despojados de su libertad por un supuesto bien común que nunca se logrará de esta manera, un supuesto bien común que nunca veremos.
No pretenderé describiros lo que esconden estos muros pues todxs lo sabemos dentro de nosotrxs, sé que la carcel me marcará el resto de mi vida, ya lo hizo la primera vez que puse pie en ella, me ha hecho cambiar muchos aspectos de mi ser, pero nunca me ha hecho flaquear o ha logrado, ni logrará doblegar mi espíritu, es más, ha fortalecido mis ganas de seguir luchando por mis principios, por cambiar este sistema podrido donde somos juzgadxs y castigadxs por el mero hecho de tener ideales y no dejarnos avasallar y me ha reafirmado que hay cosas por las que vale la pena luchar, pues la lucha y dignidad de un(a) solx hombre o mujer es mucho más fuerte que todas las leyes y sus muros.
Una cosa es clara: los hombres y mujeres no somos iguales ante la ley ¿cómo vamos a serlo si lxs encargados de administrar justicia se sienten superiores al resto? ¿Cuándo la falsa declaracion de un policía vale más que las pruebas y declaraciones del ciudadano de a pie? Culpable hasta que se demuestre lo contrario, en mi caso y el de mis desafortunadxs compañerxs, culpables y responsables incluso demostrada nuestra inocencia ¿hasta cuando estas farsas y montajes? ¿hasta cuando ser las fichas de un juego en el que nunca quisimos jugar? … un juego amañado desde un comienzo para provecho y satisfacción de los sádicos que ejercen el poder ¿Cuántos hombre y mujeres se encontrarán en una situación parecida o peor que la nuestra? ¿Cuántxs de ellxs luchadorxs anónimos, héroes sin la suerte que yo he tenido de teneros fuera alentándome a seguir luchando por algo más justo? Para ellxs va mi lucha y tan solo espero ser lo suficientemente humilde para ser su voz. Para ellxs nuestro amor, sólo equiparable al odio que siento por lxs que nos han alejado de vuestro lado.
Desde aquí os digo que no permitiré que ahoguen mis gritos con cemento, no dejaré que me quiten la ilusión de soñar, ni las ganas de reir, ni el sentirme vivo. No lograrán acallar nuestra verdad con mentiras, ni hacernos retroceder en nuestros deseos y voluntades.
Me podrán encerrar, pero nunca lograrán encadenar mi espíritu, podrán secuestrarme pero no verme de rodillas y podrán alejarme de vuestro lado, pero nunca han conseguido que me sienta solo, porque sé que hagan lo que hagan, de una u otra forma, siempre estaremos juntxs luchando por la verdad, por la libertad, una y otra vez a pesar de los golpes y los obstáculos, pues esa es la única forma en la que sé vivir mi vida, la única manera digna de vivirla.
Desde las entrañas de la bestia
Vuestro amigo, hermano y compañero
Rodrigo Lanza
Os escribo desde un lugar que jamás debió existir o ser creado, desde un limbo artificial sustentado por hombres que se llenan la boca de palabras como rehabilitación, justicia y democracia... aquí estas palabras pierden todo sentido y casi nunca son mencionadas, aquí esas falsedades no se nombran y son sustituidas por lo que vemos, por lo que nos rodea y solo observamos el castigo, la humillación y la sumisión amenazándonos con sus muros de hormigón y barrotes de acero que intentan justificar un sistema que castiga al más “debil” en nombre de una paz impuesta y una falsa convivencia, un sistema que pretende esconder sus propios errores encerrando a los hombres y mujeres que son víctimas de estos, hombres y mujeres que son despojados de su libertad por un supuesto bien común que nunca se logrará de esta manera, un supuesto bien común que nunca veremos.
No pretenderé describiros lo que esconden estos muros pues todxs lo sabemos dentro de nosotrxs, sé que la carcel me marcará el resto de mi vida, ya lo hizo la primera vez que puse pie en ella, me ha hecho cambiar muchos aspectos de mi ser, pero nunca me ha hecho flaquear o ha logrado, ni logrará doblegar mi espíritu, es más, ha fortalecido mis ganas de seguir luchando por mis principios, por cambiar este sistema podrido donde somos juzgadxs y castigadxs por el mero hecho de tener ideales y no dejarnos avasallar y me ha reafirmado que hay cosas por las que vale la pena luchar, pues la lucha y dignidad de un(a) solx hombre o mujer es mucho más fuerte que todas las leyes y sus muros.
Una cosa es clara: los hombres y mujeres no somos iguales ante la ley ¿cómo vamos a serlo si lxs encargados de administrar justicia se sienten superiores al resto? ¿Cuándo la falsa declaracion de un policía vale más que las pruebas y declaraciones del ciudadano de a pie? Culpable hasta que se demuestre lo contrario, en mi caso y el de mis desafortunadxs compañerxs, culpables y responsables incluso demostrada nuestra inocencia ¿hasta cuando estas farsas y montajes? ¿hasta cuando ser las fichas de un juego en el que nunca quisimos jugar? … un juego amañado desde un comienzo para provecho y satisfacción de los sádicos que ejercen el poder ¿Cuántos hombre y mujeres se encontrarán en una situación parecida o peor que la nuestra? ¿Cuántxs de ellxs luchadorxs anónimos, héroes sin la suerte que yo he tenido de teneros fuera alentándome a seguir luchando por algo más justo? Para ellxs va mi lucha y tan solo espero ser lo suficientemente humilde para ser su voz. Para ellxs nuestro amor, sólo equiparable al odio que siento por lxs que nos han alejado de vuestro lado.
Desde aquí os digo que no permitiré que ahoguen mis gritos con cemento, no dejaré que me quiten la ilusión de soñar, ni las ganas de reir, ni el sentirme vivo. No lograrán acallar nuestra verdad con mentiras, ni hacernos retroceder en nuestros deseos y voluntades.
Me podrán encerrar, pero nunca lograrán encadenar mi espíritu, podrán secuestrarme pero no verme de rodillas y podrán alejarme de vuestro lado, pero nunca han conseguido que me sienta solo, porque sé que hagan lo que hagan, de una u otra forma, siempre estaremos juntxs luchando por la verdad, por la libertad, una y otra vez a pesar de los golpes y los obstáculos, pues esa es la única forma en la que sé vivir mi vida, la única manera digna de vivirla.
Desde las entrañas de la bestia
Vuestro amigo, hermano y compañero
Rodrigo Lanza